1. Los colores que triunfan

La gama estrella es la que va del rosa palo al terracota, pasando por todas las tonalidades del coral. También los verdes intensos estarán presentes en todas las modalidades vegetales. Dentro de las gamas pastel, el rosa maquillaje seguirá siendo tendencia, especialmente en los espacios más nórdicos. Combinado con gris, ¡apuesta segura! Y la nota más glamurosa llega de la mano de un trío de excepción: el oro, flanqueado por mucho blanco y toques de negro. La combinación más elegante.

2. Motivos vegetales

La naturaleza sigue ganando terreno en nuestras casas. Los motivos vegetales y los materiales naturales siguen siendo apuestas fuertes para esta temporada: papeles pintados, textiles y hasta muebles estampados con motivos botánicos, junto a lámparas de rafia, mimbre y papel. Y nada mejor que llevar las tendencias hasta el último extremo: las plantas de interior siempre son una buena opción.

3. Materiales


La madera, un año más, seguirá siendo la reina absoluta en lo que a materiales se refiere. Maderas en tonos naturales, y cada vez más veteadas y menos tratadas. Pero, pese a su reinado, otro material viene con intención de robarle protagonismo: el mármol.

Desde muebles a revestimientos de paredes y suelos, pasando por papeles pintados que imitan su textura, el mármol vuele a ser tendencia después de algunos años en los que no ha gozado de buena salud. Pese a que podemos encontrarlo en diferentes tonalidades, triunfa especialmente el mármol blanco con vetas grises.

4. Terciopelo: más allá de la cortinas

Será sin duda la revolución de la temporada: el terciopelo viene para quedarse, y no sólo en las cortinas. Desde cojines hasta sofás, el terciopelo promete llenar tu casa de glamour y convertirse en el tapizado de moda. Colores intensos para un material que, además, es perfecto para las épocas más frías.

5. ¡Larga vida al cobre!

Otro de los materiales estrella de la temporada. Sus diferentes tonalidades, desde las más anaranjadas a las más rosada, aportan un toque sofisticado al ambiente. Además, se adapta perfectamente a diferentes estilos decorativos como pueden ser el nórdico o el industrial. Las lámparas de cobre son una muy buena opción para introducir este material en casa. Si lo prefieres, también puedes optar por ir incorporándolo mediante pequeños detalles decorativos como jarrones, porta velas o utensilios de cocina a modo decorativo: cazos, cucharas…