A la hora de decidir qué ponerse, encontrarse en un ambiente que estimule visualmente tu imaginación ayuda mucho. Por ese motivo, el vestidor es la parte de la casa en la que los propietarios pueden dar rienda suelta a sus gustos decorativos, ya implique el diseño de un ambiente muy femenino en colores rosa y violeta o un tocador dorado al estilo de María Antonieta. En cualquier caso, independientemente del esquema decorativo, es importante recordar que el propósito principal del vestidor es el del almacenamiento. Por tanto, el punto de partida para la mayoría de los diseños será el de establecer una serie de armarios y estantes, idealmente de estructura abierta, esto es, sin puertas, para que te ofrezcan una visualización inspiradora del conjunto de ropa y accesorios. Con la mezcla perfecta de simetría y repetición, esta estructura le otorgará al vestidor un toque de orden teatral.
Cuando decidimos diariamente qué ponernos, encontrarnos en un ambiente que desarrolle nuestra imaginación ayuda mucho. Por este motivo el vestidor es la estancia de la casa donde los propietarios pueden dar rienda suelta a sus gustos en cuanto a decoración se refiere. No debemos de olvidar que el vestidor es un lugar de almacenamiento, por lo que la primera premisa para su diseño es la de crear una serie de armarios y estantes, preferiblemente sin puertas para poder visualizar nuestro material de ropa y complementos.
Comencemos por el suelo. La instalación de moqueta de tacto suave será una opción muy acertada, preferiblemente en colores neutros. Otra propuesta es la de suelo en madera claro, con alfombras en la zona del espejo, donde pasaremos más tiempo de pie.
En las paredes aconsejamos dos opciones. La primera repitiendo el patrón del suelo, utilizar colores neutros, ya sea como pintura, madera o incluso un papel pintado, así daremos importancia exclusiva a nuestra ropa y accesorios. Otra opción es todo los contrario, crear un espacio de fantasía, como por ejemplo papeles pintados de colores llamativos.
El mobiliario de los vestidores, podríamos clasificarlo en tres secciones. Clásico: con decoración elegante, armarios y estanterías en madera oscura. Tonos también oscuros para moquetas y paredes. Es un estilo atemporal que encaja en la mayoría de las casas. Minimalista: es sencillo y practico, colores claros o neutros en todos los paramentos y en el mobiliario, con pureza de líneas, se busca optimizar al máximo el espacio, y que todo se pueda ver en una primera vista, es decir la practicidad. Este estilo se ajusta perfectamente a los hogares modernos. Por último el estilo Rústico: son vestidores en tonos crema, con líneas en mobiliario que nos son rectas, a menudo presenta un toque de antigüedad francesa, pero sin resultar delicado, ya que es ideal para compartir el hombre y la mujer.
La iluminación del vestidor. Este punto es de importante relevancia, pues es imprescindible que este espacio esté bien iluminado. Por un lado con iluminación arquitectónica, si el vestidor cuenta con dimensiones grandes incluso podemos poner iluminación decorativa. Y los que es casi necesario, para destacar nuestra colección de ropa y complementos es la instalación de iluminación a modo de led en el propio mobiliario del vestidor, lo cuál adquirirá también carácter decorativo.
La decoración en los vestidores, no debe resultar cargante. Aconsejamos algún perchero para complemento, la utilización del mismo tipo de perchas, ya que al estar abierto el vestidor este detalle cobra importancia visualmente. Escalera de madera acorde con el mobiliario, para acceder a las zonas altas del vestidor. Algún banco donde podernos sentar mientras nos calzamos o simplemente descansamos mientras elegimos qué nos vamos a poner.
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