Uno de los elementos con más peso a la hora de cambiar la decoración son los tejidos. Las alfombras por ejemplo, visten muchísimo cualquier espacio hasta llegar a transformarlo por completo, y el hecho que llegue el buen tiempo no significa tener que resignarse a convivir sin ellas.
Simplemente, se pueden cambiar las alfombras de invierno por otras más frescas como por ejemplo las alfombras de lino o con fibras vegetales, además, son muy fáciles de combinar y visten el suelo con calidez a la vez que transpiran y ayudan a regular la humedad ambiental.
Coloca plantas
Las plantas son un truco infalible para aportar frescura y luminosidad a cualquier estancia y, de hecho con solo incorporar algunas plantas y flores de verano se puede lograr un ambiente mucho más fresco y alegre: plantas colgadas, sobre estantes, trepadoras, apoyadas, en el suelo o en cestas, así que elige las que mejor se adapten al estilo de tu hogar y renueva las energías de cara al buen tiempo.
Vajilla de tonos vivos
Para la mesa de comedor no podemos olvidarnos de los accesorios de cocina. La hora de comer o de cenar es del poco tiempo que todos solemos compartir en familia así que ¿por qué no aprovechar para hacerse con algunos cubiertos, platos y vasos de colores alegres?
Renueva los aromas
Se le suele dar poca importancia al tema de los aromas, pero estos nos ayudarán a terminar de introducir el verano en tu hogar. Prepara aceites o esencias de olores afrutados como piña, coco, fresa o naranja; o si lo prefieres, opta por aromas más florales como la lavanda, la menta, la canela o el tomillo.
Nada como entrar en casa y recibir como bienvenida un cálido aroma veraniego que te impregne de buenas sensaciones, ¿te apuntas?
Complementos alegres
¿Por qué no comprar algún complemento de colores vivos? No solo aportarán frescura, sino que dan al espacio un toque veraniego que nos hará sentirnos más a gusto. Se puede comenzar incorporando alguna mesita auxiliar de colores vivos, o manteles para la mesa en tonos alegres y rompedores.