Si tuviésemos que elegir un objeto versátil a la hora de amueblar, éste sería uno de nuestros finalistas. Puedes usarlo en cualquier estancia y prácticamente de cualquier forma que imagines.

Es tan decorativo que cuando no lo uses, podrás colocarlo en cualquier sitio sin preocuparte demasiado por cómo queda.

Es un reposapiés estupendo. Colócalo cerca del sofá y úsalo cuando quieras subir los pies y descansar a gusto en tu sillón favorito.
Si es un pelín rígido y tiene una superficie plana, lo podrás usar como mesilla auxiliar improvisada. Te resultará útil para dejar una revista o el café de la merienda.

Si un día recibes muchas visitas, puedes usarlo como asiento extra.
Los desenfundables son fáciles de lavar y mantener en buen estado. Los estampados son sufridos y aguantan todo el troque que quieras darles.
Son piezas perfectas para aportar una nota colorida a cualquier estancia de la casa.

Los pufs de crochet son ideales si quieres dar un toque “cozy”  Los de estampados geométricos o de inspiración azteca son ideales para conseguir una deco de estilo boho o étnico.

Cuando te canses de él en una estancia, te lo puedes llevar a otra. Quedan genial en los salones, pero también en los dormitorios o vestíbulos.
En las viviendas pequeñas dan mucho juego por la cantidad de usos que tienen. En las grandes, ayudan a llenar los espacios sin sobrecargar.